La biomasa es la utilización de la materia orgánica como fuente de energía.
La biomasa tiene diferentes usos:
Producción de agua caliente sanitaria para uso doméstico
Calefacción mediante suelo radiante
Calefacción mediante conductos de aire
Calefacción mediante estufas de biomasa
Biocombustibles:
Pélets, producidos de forma industrial.
Astillas, provenientes de las industrias de la primera y segunda transformación de la madera o de tratamientos silvícolas y forestales.
Residuos agroindustriales, como los huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, almendra, piña, etc.
Leña, que puede producirla el propio usuario u obtenerse en el mercado.
Ventajas:
Las instalaciones abastecidas con biomasa son respetuosas con el medio ambiente al presentar una emisión reducida de contaminantes a la atmósfera y no contribuir al efecto invernadero por tener un balance neutro de CO2.
Menor precio comparativo con otros combustibles y su mayor estabilidad, al no depender de las fluctuaciones exteriores.
Operaciones y mantenimiento sencillo.
Calderas con biomasa tienen una alta resistencia al desgaste, larga vida útil y, lo más importante, presentan un buen rendimiento energético, superando valores entre el 80-90% de eficiencia.